Podemos tener muchas actitudes frente a la vida, a veces podemos estar en una reunión por compromiso, por curiosidad, por obligación, y un largo etc de motivaciones superficiales por las que mucha gente se encuentra, conversa, trabaja.
O también podemos estar en esa reunión porque queremos amar, de verdad, a esas personas que el destino puso a nuestro lado en esa reunión.
Eso es lo que marca la diferencia, el amor que tengas a esa persona concreta.
Hacer las cosas por amor. No es algo cursi, es muy profundo. ¿Estás dispuesto a amar a esa persona con la que te encuentras al punto de dar la vida por ella si fuera necesario? ¿Estás dispuesto a sacrificarte por ella?.
En concreto en tu grupo parroquial, ¿te preocupas por las personas de esa reunión? ¿o simplemente las escuchas sin un compromiso profundo por ellas?, ¿te preocupas DE VERAD por ellos, haces todo lo que puedes por ellos?, en definitiva ¿las amas?
Si respondes que no, no digas que eres cristiano, o que eres solidario, o que eres humano, serás simplemente un animal egoísta que solo piensa en su propio ombligo, lo cual, antes o después, te llevará a la muerte espiritual.
