Durante un retiro, el pasado 7 de noviembre, 15 jóvenes tuvieron la oportunidad de tener un encuentro personal con Jesucristo. Algunos decían que había sido una experiencia increíble, que nunca habían tenido la oportunidad de hacer una hora de oración. ¿Resulta increíble que hoy Jesús siga hablando? ¿O lo que resulta sorprendente es creer que él tiene algo que decirnos y darnos el tiempo para escuchar en silencio?.
La vida ajetreada y llena de estímulos nos quita el tiempo para el silencio, y hasta le tenemos miedo, por eso huimos del silencio en cuanto podemos.