El Centro Cultural Afro de Tumaco es una iniciativa liderada por los jóvenes afros del Barrio Nuevo Milenio acompañados por los Misioneros Combonianos. Pretende ser un espacio de fortalecimiento de su identidad cultural y de su creatividad a través de la danza, manualidades, biblioteca comunitaria, deporte, recreación, espiritualidad y todas las iniciativas que estos jóvenes deseen emprender.

24 de marzo de 2011

Historia de Tumaco Antes de Cristo

 


En las llanuras inundables y los manglares de la costa del Pacífico, entre Esmeraldas en el Ecuador y Buenaventura, vivieron durante mil años sociedades de pescadores, cazadores y agricultores que navegaron en el mar y trabajaron los metales.

Los arqueólogos fechan su presencia desde el 700 a.C. hasta el 350 d.C.

Otras sociedades sin orfebrería ocuparon luego la isla de El Morro y la llanura costera, y permanecieron hasta la Conquista.



Sobre islotes rodeados de bosques de manglar las antiguas comunidades de Tumaco construyeron montículos y en ellos sus viviendas y enterramientos. Pescaron, recogieron frutos de mar, cazaron aves y pequeños mamíferos. Para cultivar en las llanuras del litoral adecuaron las tierras con zanjas y camellones. De las arenas de los ríos obtuvieron oro y platino que trabajaron por lo general en pequeños y delicados adornos.

Las viviendas, de planta rectangular y techo a dos aguas, se levantaban sobre plataformas artificiales que las protegían de las inundaciones. Los navegantes se desplazaban en canoa a lo largo de las costas, de isla en isla e incluso hacia las llanuras, ya que la marea alta facilitaba la navegación al inundar los manglares, las bocanas y los esteros. Pesas para red en piedra y anzuelos de oro se encuentran con frecuencia y son evidencia de las actividades de pesca.

También es frecuente encontrar figurinas de cerámica en entierros o cerca al mar. La mayoría de ellas aparecen descabezadas como si hubieran sido rotas en un ritual. Tema principal de los alfareros, la figura humana es siempre realista, con adornos insertados en la piel, orejeras y narigueras, y con marcadas deformaciones craneales, símbolo de rango social.



Las figuras de cerámica eran por lo general pintadas pero han perdido el color con el paso del tiempo. Sellos y rodillos eran los utensilios utilizados para pintarse el cuerpo.

En 1756 Fray Juan de Santa Gertrudis visitó la Costa Pacífica y relató su experiencia en el libro “Maravillas de la naturaleza”:

“Hállanse allí por lo regular varias figuritas hechas de barro con mucha perfección… Hállanse también hechas de oro con los ojos de esmeraldas, hállanse también unas cuentecitas de oro hechas de filigrana, tan chicas como la cabeza de un alfiler…”

También escribió Santa Gertrudis:

“Llaman a este pueblo La Tola porque todo está lleno de tolas que quiere decir montones de tierra… Son entierros de los indios antiguos, y como ellos se enterraban con cuanto tenían, en alguna se ha encontrado bastante riqueza…”



El privilegio de ser enterrados bajo montículos de tierra correspondía a los caciques, quienes dirigían la vida económica y ceremonial de comunidades numerosas y organizadas. También eran destacados por el uso de objetos suntuosos como colgantes, diademas y narigueras de oro, que los acompañaron en sus tumbas. En La Tolita algunos montículos o tolas contienen ollas superpuestas en forma de columna, llamados timburas.

El chamán era en estas sociedades el hombre de conocimiento, el encargado de la comunicación con el mundo espiritual. Es posible que sean chamanes los personajes que vemos portando máscaras de felinos. En efecto, el jaguar (Felix concolor) y el puma (Leo onca) simbolizan en el pensamiento amerindio el poder y la fuerza masculinos, así como la destreza y sagacidad del animal cazador y guerrero, que el sacerdote busca apropiar en su rol de mediador de la comunidad ante los distintos mundos cosmológicos.

Varias escenas de la vida cotidiana fueron representadas en la cerámica de Tumaco. El tema de la maternidad es recurrente, así como las enfermedades, el erotismo y la vejez.

REFLEXIONA:

¿Qué hacían los tumaqueños antes de los españoles?
¿De qué raza eran?
¿Cuáles eran las riquezas de Tumaco en aquella época?




Tomado de: Museo del oro- Bogotá- Banco de la República

http://www.banrep.gov.co/museo/esp/s_tum01.htm

Errores y valores de la Juventud

Se ha dicho que la Juventud es lo más bello de la vida, pero lástima que esté en mano de los jóvenes...

En el año 2003, un periódico decía así:

Los educadores de hoy se quejan de lo mal orientados que están los jóvenes... que son groseros... rebeldes... drogadictos... marihuaneros... mentirosos... malos hijos... irrespetuosos...
¿Esto era cierto entonces? ¿será cierto ahora?


- Miren lo que decía Socrates, Cuarto siglo antes de Cristo: "La juventud actual ama el lujo, es maliciosa, es malcriada, se burla de la autoridad y no tiene ningun respeto por los mayores. Nuestros muchachos de hoy son unos tiranos, que no se levantan cuando un anciano entra a alguna parte, que responden con altanería a sus padres y se complacen en ser gentes de mala fe..."

-"Ya no me queda ninguna esperanza respecto al futuro de mi patria si la juventud de hoy toma el poder mañana mismo. Porque esa juventud es terrible, insoportable y sin principios..." (Exodo, Ocho siglos antes de Cristo)

-"Esta juventud actual está podrida hasta el fondo de su corazón. Los jóvenes de hoy son unos perezosos, unos malhechores que jamás serán como la juventud en otros tiempos. La juventud actual no será capaz de asegurar el mantenimiento de nuestra cultura..." (Inscripción de una tabla de arcilla, de hace más de 3000 años, encontrada en Babilonia)

-"Vivimos en una época de decadencia. Los jóvenes ya no respetan a sus padres. Son groseros e impacientes. Frecuentan las tabernas y no saben dominarse..." (Encontrado en una tumba egipcia, 40 siglos antes de Cristo)

- En conclusión. Siempre se ha hablado mal de la juventud, y es porque la juventud tiene cualidades y defectos, tiene mucha energía que puede usar para bien o para mal, esa energía plenitud vital, su espíritu rebelde... su agresividad y empuje... son característicos y esenciales a la condición de todo "Joven".

La juventud no se confia al educador, para "domesticarla", "disminuirla", "envejecerla", "restarle fuerza", "amenazarla"... sino para enseñarles a utilizar bien toda esa energía que tienen, esa catarata de ¡fuerza y energía!. El agua puede dar vida o puede crear una inundación, depende cómo la usemos. Así es la juventud, un mar de agua que puede ser utilizado para muchas cosas,...

¿Tú qué haces con esa catarata de energía que Dios te ha regalado?

a) Lo apagas con novelas, drogas y alcohol.
b) Prendes fuego a todo el que se te ponga por delante.
c) Lo usas para hacer cosas buenas.
d) Lo derrochas.
e)...

Las citas están tomadas de: (http://orbita.starmedia.com/tumaco2000/juventud/index.html)

HISTORIA DE TUMACO POR EMILIANO DIAZ DEL CASTILLO

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Las grandes cosas, como las pequeñas, tiene un principio grácil, imperceptible acaso. Así se inician la vida del hombre y la vida de los pueblos. El tiempo, enemigo de lo perdurable, es huracán que invisible pasa implacable, en carrera que nunca termina, segando existencias, y con ellas sepultando ilusiones, sueños y esperanzas.

El hombre, rey de la creación, único ser en ella semejante a Dios por la luz de la razón, sabe que no perecerá jamás, que fue creado para vivir por siempre, más allá de los siglos y los milenios. Y Dios le dio en la carne caduca y frágil el camino de la supervivencia al hacerlo fuente de vida que se renueva en los hijos, porque en los hijos nos prolongamos con un amor que es alegría, sueños y esperanzas.

De la niebla espesa del pretérito surgen los pueblos como pequeñas plantas que crecen, se fortalecen y logran la madurez de los frutos, que perdura en los logros de la ciencia y en las obras de arte.

Tal ha sucedido con la Perla del Pacífico, el puerto de la Mar del Sur, San Andrés de Tumaco. En su territorio, que como hoy se dilataba al sur y al norte adentrándose en el continente, en lejana y remota antigüedad brilló una cultura indígena que se perpetuó hasta nuestros días en sus obras de cerámica, lítica y orfebrería; obras de la inteligencia y del arte que encierran el espíritu de sus autores y representan el nivel cultural de ese pueblo, en grado tal, que sus realizaciones le merecen distinguirse con nombre propio: la Cultura Tumaco.

Cultura Tumaco, porque esas realizaciones son el resultado del cultivo de los conocimientos humanos y de la aplicación de las dotes naturales de seres privilegiados que sintieron aletear en el interior de su ser la belleza con que se vestía la naturaleza en los amaneceres marinos, la solemnidad de los atardeceres, cuando el sol se besaba con las aguas y ardiendo en rojas llamaradas se hundía en las ondas tiñéndolas con el rojo encendido de los crepúsculos.

Los artistas de la Cultura Tumaco se sintieron poseídos por el embrujo de esta naturaleza bravía y exuberante, y vaciaron en sus trabajos las sensaciones que llenaban su alma, fecundaban la mente y aceleraban su corazón.

En su obra Maravillas de la Naturaleza, Fray Juan de Santa Gertrudis dejó constancia en 1760 de la admiración que le merecieron las pequeñas figuras de ceramica que representaban a hombres, mujeres y niños con pasmosa fidelidad, destacando, como no lo hizo ninguna otra de las culturas indígenas de su tiempo las peculiaridades, los defectos y deformaciones de rostros y cuerpos. Era la suya una artesanía que más que imitar las características humanas, las retrataba fielmente.

Aunque algunos estudiosos creen que la Cultura Tumaco se meció en la cuna de Mesoamérica y otros estiman que el litoral ecuatoriano dilató hasta nuestras costas su influencia. Debemos observar con base en dataciones hechas con carbono 14, que fue más antiguamente habitada la zona de Tumaco que la de la costa ecuatoriana, particularmente de la Tolita. En la región de Tumaco existió población humana desde la mitad del primer milenio antes de nuestra era o sea desde hace 2.500 años. De manera que la zona litoral nariñense fue ocupada por el hombre antes que nuestra región andina.

Sobra decir que en lo que hoy es Tumaco existió población indigena desde mucho antes del descubrimiento de América; cuando en 1526 don Francisco Pizarro arribó a la isla, encontró la tribu de los Tumas, vivían principalmente de la pesca y descendían de los Caras, pueblo peruano que se apoderó del territorio de Esmeraldas y se estableció en tierras de Tumaco.

La ciudad europea se fundó con base en esa población indígena, cuando el padre Onofre Esteban adelantó su trabajo misional en la costa del Pacífico en 1598, labor espiritual y material que culminó en 1613. Durante los 15 años en que se efectuó esa labor se establecieron las parroquias de Atacames, San Mateo de las Esmeraldas y San Andrés de Tumaco, de ahí que la fundación de Tumaco debió cumplirse hacia 1610, y fue esa la primera intervención española en la organización social de San Andrés de Tumaco.

Por lo dicho, la Tumaco española fue anterior a las ciudades San Francisco de Sotomayor, San Felipe de Austria, Santiago del Príncipe y a los Reales de Minas de Yacula y Nuestra Señora de la Paz, y anterior también a la primera fundación de Santa María del Puerto de la Nueva Toledo, la legendaria y noble Santa María del Puerto de las Barbacoas.

Tumaco creció como conglomerado humano y adquirió importancia como puerto marítimo, como crece la espuma en sus playas al arrullo de las olas, y perduró domeñando la adversidad, mientras las otras ciudades, aquellas bautizadas con tan sonoros y llamativos nombres, desaparecieron tras el velo del tiempo consumidas por el irremediable abandono de sus habitantes, fue excepción Barbacoas, sus cimientos fundados sobre el oro de sus tierras y de las ricas arenas del Telembí resistieron los ataques de los indios y superaron la violencia destructora del fuego que la castigó inclemente.

Y Tumaco se constituyó en el Puerto de la Mar del Sur, ya era conocida como tal en 1628, a sus playas arribaban embarcaciones de lugares distantes, era lugar de obligada escala para los barcos que de Panamá surcaban las aguas tormentosas del mal llamado Pacífico.

Como todas las fundaciones españolas, en sus comienzos fue asaltada por los indígenas que rechazaban la presencia de esos extraños seres blancos y barbados. Los sindaguas atacaron a Tumaco por los ríos Patía, Chaguí y Rosario, fue entonces cuando se determinó fundar la ciudad de Santa Bárbara, puerto de la Isla del Gallo, en donde el hidalgo capitán Ambrosio de Cuéllar construyó la primera iglesia en la nueva ciudad, de la que fueron sus primeros alcaldes los capitanes Antonio de Peralta y Hernando Sánchez Cortés. Santa Bárbara se fundó para proteger a Tumaco.

En el siglo XVII vivió Tumaco la juventud primaveral de las bellas doncellas, de ahí en la segunda mitad de ese siglo despertó la codicia de los piratas. Para fortuna de la princesita marina, los varones de San Juan de Pasto la protegieron como la más preciada joya, muestra de ello las determinaciones de su Cabildo el 27 de febrero de 1671, cuando los piratas ingleses y holandeses habían tomado el castillo de Chagre y la ciudad de Panamá, al tiempo que sitiaron la ciudad de Valdivia. Pasto, entonces, se puso sobre las armas para defender a Tumaco, se organizó una milicia que comprendió a los varones de la ciudad desde los 12 años.

El peligro que significaban los piratas continuó. En 1680 los hermanos Capitán Pedro y Sargento Ciprián de Cuéllar custodiaron el puerto durante seis meses ante las amenazas de los filibusteros. Y Tumaco, a su vez, auxilió a otras ciudades; en efecto, desde Tumaco el Superintendente General de las Armas, don Bartolomé de Estupiñán y Flórez, en un bergantin con 25 hombres fue en socorro de Panamá. También ese año el sevillano don Pedro de Morales hizo guarnición en San Andrés de Tumaco y en Santa Bárbara de la isla del Gallo durante ocho meses.

En 1681 piratas ingleses hostilizaron a Tumaco y Santa Bárbara con 1.680 hombres, robaron en la ciudad y el Teniente de Gobernador don Juan de Godoy, con tropa de Pasto, defendió a Tumaco, emboscó al pirata, mató a seis de sus hombres, tomó un prisionero y se batió con el jefe Wolmen, tomó a los piratas un bergantín y puso guarnición durante ocho meses en Santa Bárbara de la isla del Gallo.

En junio de 1684 el corsario flamenco Eduardo David tomó a Tumaco a sangre y fuego y se llevó a las mujeres que pudo capturar. Y tres años después, en 1687, seis barcos piratas fondearon frente a Santa Bárbara de la isla del Gallo, por fortuna no atacaron a esa ciudad ni a Tumaco. Las amenazas y ataques de los piratas acabaron con Santa Bárbara de la isla del Gallo, la que en 1688 estaba totalmente abandonada.

Llegó asi, entre sobresaltos y angustias el siglo XVIII. La Audiencia de Quito expidió real cédula que se obedeció el 12 de enero de 1749, por ese instrumento se agregaron Tumaco y su isla a la jurisdicción de Quito, pero el 14 de noviembre de 1757 el Virrey de Santafé don Joseph Solis Folch de Cardona restituyó al dominio de la Gobernación de Popayán la isla y su puerto.

En 1781 singulares acontecimientos conmovieron la paz y tranquilidad del puerto, el movimiento popular de los Comuneros de Tumaco. Encabezaron la insurrección Juan Bautista Vallejo, Esteban de Erazo e Ignacio Sudario. Depusieron al Teniente de Gobernador don Honesto Ramón Gómez e instauraron en su lugar a don José de Vallejo que se mantuvo en el gobierno hasta el 31 de diciembre de 1782. Episodio de gloria que, igual que el de los Comuneros del Socorro, fue presagio del gran movimiento que se coronaría con la victoria al conquistar la libertad y la independencia de nuestra Patria.

Tumaco había crecido, existían en la ciudad Real Estanco y Casa Real, guarnición armada y cárcel pública, en 60 casas habitaban 70 familias con 391 personas, sin contar 32 que vivian en El Morro; Tumaco y sus lugares inmediatos albergaban entonces a 2.497 habitantes.

La historia de Tumaco en el siglo XIX es rica y bastante conocida, de ella bien vale la pena recordar que en 1806 los vecinos del puerto apresaron el bergantín inglés El Vigilante, calaba 21 pies, estaba armado con 10 cañones y su andadura era de 13 millas; se avaluó en 35 mil pesos y lo compraron vecinos de Barbacoas, entre ellos don Manuel Torres, hermano del prócer don Camilo. El último ataque de los piratas ingleses a Tumaco se cumplió en plena guerra de independencia.

Hasta 1835 los cantones de Tumaco y Barbacoas formaron parte de la provincia de Buenaventura, el Congreso de ese año los agregó a la provincia de Pasto. Fue ese un acto de justicia y conveniencia. De justicia porque Pasto había estado durante la colonia atenta y constantemente preocupada por la defensa de Tumaco, siempre amenazada por los piratas, y porque dio Pasto el mayor aporte de población blanca a la codiciada Perla del Pacífico; de conveniencia porque habían existido y perduraban mayor comunicación y comunidad de intereses que con Buenaventura, cabecera aquella de la provincia que veia en Tumaco un puerto rival antes que una parte importante de su territorio.

Esta estrecha síntesis de la historia de Tumaco es suficiente para destacar su importancia.

EMILIANO DIAZ DEL CASTILLO ZARAMA

TOMADO DE : http://orbita.starmedia.com/tumaco2000/historia_1.htm

HISTORIA DE TUMACO

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La creación de Tumaco Al comienzo de los tiempos, unos inmensos peces rojos salieron desde un lugar muy lejano a recorrer los mares del mundo. Eran tres vigorosos pargos rojos. Fueron enviados por Yemayá, madre de la vida y de las aguas, a reconocer sus dominios. Durante miles de años navegaron por todos los océanos de la tierra. Un día se sintieron fatigados y se quedaron a descansar en los esteros de la costa pacífica nariñense la brisa de la tarde los adormeció, las olas los arrullaron y pronto se quedaron profundamente dormidos. Poco a poco las mareas infatigables los cubrieron de arena. Después una frondosa vegetación apareció sobre sus lomos y las lluvias torrenciales formaron riachuelos caudalosos. Así aparecieron las tres islas mayores que hacen parte del archipiélago de San Andrés de Tumaco.
Rostro. Los primeros pobladores de estas islas fueron unos indígenas trashumantes que cultivaban el maíz y la yuca. Además, eran pescadores y cazaban pequeños animales. Construyeron casas de madera con techos de hojas de palma. Eran expertos alfareros y orfebres incomparables. Adoraban como dioses al jaguar y a la anaconda. Desaparecieron misteriosamente de estas tierras después de un milenio de permanencia, pero los museos del mundo aun conservan muchas figuras y utensilios de oro y de arcilla elaborados por aquellos artistas inimitables. Siglos más tarde llegaron a Tumaco los invasores españoles.

Vinieron a buscar los tesoros que las leyendas indígenas mencionaban. Encontraron unos pequeños caseríos habitados por unos indígenas agricultores y pescadores que también habían escuchado las mismas narraciones fantásticas. Decepcionados, los invasores se marcharon apresuradamente. Jamas imaginaron que navegando a contra corriente por los caudalosos ríos, podrían encontrar inmensas cantidades del metal dorado que ambicionaban hasta el delirio. Años mas tarde, millones de mujeres y hombres africanos fueron arrancados de sus aldeas y transportados a América. Fueron traídos como esclavos a trabajar en los cultivos, ganaderías y minas que los españoles explotaban. Pero muchos de estos hombres y mujeres procedentes de Africa se fugaron de las propiedades de sus amos y formaron los palenques que eran territorios donde podían vivir en libertad. Otros trabajaron arduamente para comprar su libertad, o se beneficiaron con la ley que abolió la esclavitud, pero nunca pudieron volver a su tierra natal. Para vivir en América, los africanos y sus descendientes eligieron las tierras ardientes de las riberas de los ríos o las orillas del mar muchos de ellos prefirieron los ríos, los manglares y las tierras de la costa pacífica. De ese modo llegaron los negros a Tumaco. En los últimos tiempos, muchas gentes provenientes de todas las regiones del país han venido a Tumaco. Junto con los negros, mulatos, indios y mestizos han conformado una población multiracial que trabaja arduamente para construir un futuro mejor para todos. Nuestros abuelos dicen que las detonaciones producidas por la dinamita que utilizan algunos pescadores pueden perturban el milenario sueño de los peces que sostienen las islas. Cuando los míticos pargos rojos se desperezan, provocan gigantescos oleajes que inundan las calles y barrios de Tumaco Cada cierto tiempo, los inmensos pargos rojos que sostienen las islas de Tumaco se mueven debajo de las aguas para cambiar de costado y desentumecerse. Cuando así ocurre, el mar y la tierra se agitan violentamente provocando cataclismos y tragedias dolorosas.

COLABORACIÓN: HELMER HERNANDEZ ROSALES



Atardecer.El padre José Miguel Garrido antropólogo, apela a los manuscritos del padre Andrés Duralde, sacerdote carmelita q.d.D.g, donde hay una carta que dice el padre Ruggy refiréndose a Tumaco "Yo la fundé en el sitio que hoy está, ayudándome también los soldados. Traje a ella 1.900 almas, las saqué de los montes, catequicé y bauticé, con riesgo de la vida, con trabajo y pobreza". Dice el padre Garrido que el padre Ruggy montó un astillero para los barcos que venían de Panamá y de otras partes. Sin desconocer que inicialmente que el municipio de Tumaco, estuvo habitado por indígenas. La cerámica que se encontró en la isla de El Morro y todavía en monte alto, Inguapí y otros, son testimonio de nuestros aborígenes, su inclinación por la cultura. Lo más hermoso que ha tenido Tumaco es la cerámica de nuestros antepasados. Se sabe que muchas de ellas han encontrado un destino más lejano hallándose en los principales museos tánto en América como de Europa o formando parte de galerías privadas.

Cerámica Su arte expresan con el material donde vivieron, la arcilla; con ella plasmaron el mundo que les rodeaba con gran realismo y fuerza diciendo en el barro toda la grandeza y miseria del hombre. La cerámica de Tumaco aunque menuda es quizá la más expresiva entre la cultura precolombina que se conoce, en contraposición a la estatuaria de San Agustín. La cerámica de Tumaco posiblemente fue el más rico yacimiento arqueológico que se encuentra en Colombia. Se funda en la permanente abundancia que hubo de éstas figuras o estatuillas ya hoy bastante explotadas. El 30 de noviembre de 1.995 al cumplir 355 años de su fundación el Alcalde Mpal. mediante resolución No. 414 ordena que en adelante y para todos los efectos oficiales públicos y privados, el Municipio de Tumaco se le debe denominar SAN ANDRÉS DE TUMACO, como un acto de fe y afirmación en los valores de la cristiandad. En un principio fue Tumaco el caserío de los indios Tumacs, después un archipiélago conformado por las islas de El Morro, La Viciosa y La Florida. En las primeras décadas de 1.900 gozó de mucha bonanza por el intercambio comercial de los productos agrícolas la tagua, el caucho y el cacao, con los paises de América y Europa siendo un puerto marítimo de gran importancia. Hoy es una gran ciudad. Un bello puerto en el litoral Pacífico, de exótica belleza por sus innumerables playas El Morro, San Juan y Bocagrande. Así en ésta forma y valiéndome de los datos que han estado a mi alcance, creo haber contribuído en algo a la historia y cultura de Tumaco.

COLABORACIÓN: PIEDAD AYORA de QUIÑONES (qdDg)


El desvelo histórico de generaciones cultas, ligadas a las del presente, logró por fin despejar la incógnita que existía en torno de la fundación de Tumaco, pueblo suí géneris y de frecuentes controversias.
Resultaba imposible que una población como Tumaco, que por su posición geográfica invita a la estrategia a detenerse, avanzara con el tiempo ignorando su orgullosa procedencia.
El primer nombre que recibió Tumaco, confirmó la calidad humana de las gentes a partir de sus ancestros.
Antes del descubrimiento de la América, entre las diferentes clases de aborígenes que se establecieron en nuestro continente, del Perú llegó hasta nuestra costa (lo que hoy comprende el Litoral Pacífico nariñense), una tribu que se denominó "Tumapaes", que en su dialecto traducía: "Tierra de abejas", descendientes de los indios "Caras", los que se diseminaron entre Tumaco y ríos aledaños, avanzando hasta el Patía, al que llamaron río Sucio.
A esta tribu se le atribuye la fundación de nuestra región, dándole a Tumaco el nombre de "Tumatai", que significa "Tierra del hombre bueno". Los indios "Tumapaes", cuya cultura superó a la de los "Cayapas", establecidos en lo que es hoy la provincia de Esmeraldas (Ecuador), por organización social imponían lo que ellos llamaban el "curi caricao" que significaba: "La gran parcela de todos", tuvieron como primer cacique al indio "Tumaipaita", quien los guió por sistemas del bien, distanciados del sometimiento.
Tribu esencialmente pacífica, amistosa y laboriosa, se dedicó a diferentes actividades específicas de su cultura, la pesca, la agricultura, la extración de oro de los ríos de la región y la orfebrería.
Su dialecto fue el "tumas" que contaba con un alfabeto flexible de cambio fonético. Mientras el alfabeto era rico, la fonética no lo era, por eso pocos blancos lo hablaron, los negros ninguno.
Los "Tumapaes", adoraban al sol, la luna, al mar y a un ser superior no materializado.
Nuestro pueblo aparece por primera vez con el nombre de Tumaco que significa "Tierra de entierros", debido a que un grupo de indios de la tribu "Tumapaes" encontró muchas vasijas de barro a la orilla del mar, los que creyeron que se trataba de un regalo del más allá, entonces el cacique "Tumatinga" (Tierra del amor sol), le cambió el nombre de "Tumatai", por el de Tumaco.

LOS 13 DE LA FAMA LA RAYA DE FRANCISCO PIZARRO Y LA ISLA DEL GALLO.

En la ciudad de Panamá, el 11 de marzo de 1.526, Diego de Almagro, el padre Luque y Francisco de Pizarro, firmaron un contrato para descubrir las tierras de los Incas (Perú). Comulgan en la Catedral de Panamá, los tres con la misma hostia.

La expedición sale rumbo al sur, durante la travesía Francisco de Pizarro es hostigado por la tripulación para regresar a Panamá debido a la falta de alimentos, de agua, a enfermedades y a las torrenciales lluvias del Pacífico.

El 17 de marzo, saltó en la isla donde oyó cantar un gallo (de ahi el nombre de Isla del Gallo) y en la playa de la misma, trazó con su espada de oriente a poniente, una raya diciendo: Los que se determinen a seguir la conquista pasasen la raya y los demás volviesen a Panamá. Un puñado de 13 valientes traspasaron la raya llamados por los historiadores los 13 de la fama, los demás con Diego de Almagro regresaron a Panamá. El piloto del barco Martín Trujillo, murió en la Isla del Gallo. Francisco de Pizarro, conquistó el Perú.

COLABORACIÓN: HELENA JIMENEZ SICARD de LOZANO




Oro Habitantes de las cercanías de los esteros, las gentes de la cultura Tumaco y de la vecina región ecuatoríana de la Tolita desarrollaron hace más de 2.000 años un eficiente sistema económico basado en la pesca y la agricultura del maíz. Su cerámica presenta fastuosos caciques y personajes del pueblo raso, ora simples, ora enfermos y deformes. Como en un misterioso rito las cabezas de arcilla aparecen decapitadas, llevando las joyas características del arte de Tumaco: pequeñas narigueras y orejeras soldadas, clavos y pepitas de oro que se insertaban en la piel del rostro. Por medio de la arqueología se ha podido establecer que existía un gran intercambio comercial con las zonas de la costa Pacífica. Comercio evidenciado por la presencia de caracoles marinos, cuentas de concha, coral y "figurillas de influencia Tumaco halladas (en las tumbas de) Las Cruces". Así como "la representación de fauna de selva tropical: monos de cola larga, serpientes aves... marinas, felinos", en la cerámica capulí del altiplano nariñense.

Oro Los rios Telembí, Patía, Guapi, por no mencionar más, proveían el oro, escaso en el altiplano, adonde llegaba por medio del establecido comercio desde las zonas de Quillacingas y Sibundoyes en el oriente. Tumaco, en un principio perteneció al territorio de la Gobernación de Quito, Ecuador. Estaba gobernado por un teniente Político que proveía el Virrey, formando el Cantón de tumaco, la Cabecera y Salahonda. Tumaco para ese entonces contaba con 2.497 almas, así: hombres 1.189 y mujeres 1.308.


ESTE TEXTO ESTÁ TOMADO DE: http://orbita.starmedia.com/tumaco2000/historia.html

El Carnaval de Tumaco Historia desde 1930

  CARNAVAL DE TUMACO.  Cultura, folclor y tradición

  Enmarcados en la historia que data del año 1513, Tumaco ya era tierra prodigiosa para los españoles que atraídos por el Mar del Sur o también llamado el mar de Balboa (Océano Pacífico).

Según el sacerdote jesuita Francisco Ruggi, en el año 1640 se trasladó de Santa Bárbara a una playa más sana con dos puertos, abrigados y capaces de grandes navíos, situados en la isla San Miguel del Gallo y en la isla de Gorgonillas que llamada Tumaco donde desemboca el río Mira.

Existen otros conceptos como el Jesús Leandro Díaz del Castillo, miembro de la Academia de Historia Colombiano y sostiene que Tumaco fue fundado en 1610.

De otra parte, en su época el alcalde Nilo del Castillo Torres dictó un decreto y mediante acuerdo municipal se estableció como fecha de fundación el 30 de noviembre de 1640.

Magúa y belleza del carnaval

De acuerdo a su relato y apuntes consignados en obras literarias, Telmo Leusson Florez a sus 77 años de edad comenta que para hablar del carnaval es oportuno remontarse a épocas de antaño.

Recuerda que el capitán Pizza Benítez dictó un decreto postulando a Fran Seidel como comandante del cuerpo de bomberos voluntarios de Tumaco, que tuvo como sede la antigua casa telefónica, donde hoy funciona la Cámara Junior, y contó con el respaldo y apoyo de toda la ciudadanía que dio como resultado el primer reinado del fuego. En aquella fecha se otorgó el premio a la señorita Gloria Benítez del Hierro y cuyos fondos fueron destinados para la compra de un carro marca Willis con todos sus implementos.

El reinado

En el año de 1930 Tumaco realiza el reinado y se eligieron cuatro candidatas y esbeltas señoritas para competir el cetro, Matilde Márquez, Floralba Lemuss, Olga Márquez y Otilia Ortiz, resultando elegida como reina la candidata del pueblo Otilia Ortiz. Posteriormente, se organiza el primer reinado de la agricultura, siendo elegida como reina la señorita Angelita Rosaco Estupiñán. Igualmente, el señor Flavio Ortiz Riascos, en asocio de personas cívicas del puerto, organiza el reinado del carnaval siendo elegida la señorita Ligia Escrucería. Del mismo modo, al realizarse nuevamente el reinado de belleza fue coronada la señorita Venus Ospina Servera.

Una vez organizado y en marcha el cuerpo de bomberos voluntarios, la Alcaldía municipal dictó el decreto correspondiente integrando la junta procarnaval para elegir la primera reina del pueblo y el carnaval, cuyos fondos fueron destinados a la compra de la máquina extintora y demás elementos del cartamen, resultó elegida la señorita Ligia Rosaco Llorente para el período de 1959 a 1962.

Las ganadoras

Con los mismos fines y propósitos se han venido realizando estos certámenes resultando elegida Leticia Tailor Solarte durante, para el período 1962 a 1964.
Dalia Gutiérrez del 61 al 65, Elsa Llorente Ardila del año 1965 al 1966, Ligia Díaz Daspe 1966–1967, Marcia Eugenia Cruz 1967–1968, Martha Seidel Morales 1968–1969, Martha Cristina Reinel 1969–1970.
Por su parte, el historiador Telmo Leusson Florez hizo un paréntesis para puntualizar la belleza de la mujer tumaqueña. Para el año de 1969 este municipio fue invitado para participar en el reinado del Litoral Pacífico en Buenaventura y se eligió a la señorita Beatriz del Castillo Negrete, y en 1970 se eligió a Martha Seidel Morales, en 1971 se designó a Miriam del Castillo como virreina del Litoral Pacífico.
En cuanto al reinado del fuego y carnaval del cuerpo de bomberos voluntarios de Tumaco, para los años venideros no existe un registro preciso de las fechas de elección y coronación de Chacha Puchar, Yina Rosasco, Gladis Rey, Doris Masías Mejía y Guillermina Castañeda. Lo cierto es que ellas llevaron la corona y portaron el cetro que contribuyó a las actividades carnestoléndicas y al cuerpo de bomberos.

Trágico accidente

En 1978 se realiza el reinado, pero el día de la presentación de las candidatas y al no tener capacidad para resistir tan numeroso público, se desplomó y como resultado del incidente mueren dos personas, varios heridos y una cantidad de asfixiados, razones justas y valederas que motivaron la suspensión del certamen.

Por ello, en el año 1979 no se realizó reinado alguno en señal de luto por los daños dejados por el terremoto y para el período del 79 al 80 con mayor razón el terremoto que azotó la zona del Pacífico tampoco permitió llevar a cabo el reinado, solamente se reinició el reinado del fuego y carnavales en el período 1981 y 1982 resultando elegida la señorita Patricia Kann, en 1982–1983 fue coronada Patricia Arboleda, de 1983 a 1984 María Elsy Rosero y para el período de 1984 a 1985 se corona a Nancy Wilches Casanova.
Agrega el historiador que así como se habla de la belleza no se puede olvidar que en estos certámenes cívicos contribuyeron con amor y entusiasmo Leonor Gutiérrez de Rojas, Rosita de Cornejo, Rita de Callón, Olga Olaya de Leusson, Eloisa de Kann, Graciela Gallón de Ortiz, Galicia Ocampo de Henao, María Elena Molineros, Marcelo Molineros, Libardo Erazo Zambrano, Alex Córdoba y Arnobis González. Después de estos aportes de la historia y cuando el carnaval en su versión 2002 toma el nombre de carnaval popular, es obvio que toma un renombre por la organización y participación de las candidatas que son lanzadas por los diferentes barrios de Tumaco, le da mayor auge y apogeo a la ciudadanía para que participe en este evento.

Gratos recuerdos
A sus años recuerda los carnavales que participó con Libardo Erazo, Luciano Mora, Pedro Pablo Pérez los que calificó como los mejores de la fecha dada la belleza y acabado como una familia del Japón, que estaba ubicada por la carretera, construyó una casa japonesa como carroza.
De la misma, la señora Olga Olaya de Leusson, como ya era tradición para cada festejo, era la primera en salir con la comparsa del Colegio Max Seidel en compañía del alumnado en un desfile por las calles del pueblo.

En la actualidad las festividades han tomado otro rumbo y se abre el compás para que los participantes, venidos de otras regiones, vivan y sientan como propio el carnaval popular de Tumaco.

Leusson Florez esperó añadió, 'que en la posteridad antes que yo me muera (porque para decir verdad, después de muerto para qué cobija) se debe hacer los reconocimientos en vida, como es lógico'.
'Los tumaqueños por antonomasia somos alegres, somos festivos y por eso siempre he sostenido que esta carretera hacia el resto de Nariño y el país es por donde corren las ruedas para el progreso de Tumaco'.

EL FOLCLOR DEL PACÍFICO

FOLKLORE DEL PACÍFICO

Grupo de Danza.
EL CURRULAO:
Davidson en su Diccionario Folklorico, nos dá a conocer que el "Currulao" fue tonada y danza del Litoral Atlántico y que en muchos aspectos, se identificó con la cumbia, fue una danza en que las mujeres Ilevaban mazos de vela".

Sin embargo hoy el currulao es tonada y danza exclusiva del Litoral Pacífico Colombiano hasta el punto de ser la tonada base o danza tipo de la zona en la actualidad. Su ritmo musical predomina a lo largo de todo el Litoral es decir, todo el choco y la mitad occidental de los departamentos del Valle, Cauca y Nariño. Todas estas regiones reciben el influjo de la vida primitiva que hacen los núcleos de población negra.

El currulao recibió ese nombre de dudosa etimología, posiblemente por el del tambor que Aquiles Escalante menciona bajo el nombre: Currulao. Sin embargo, sabemos que existe en la actualidad todavía el tradicional tambor de un solo parche llamado "Cununo" (nombre quéchua que indica el origen de ese membranófono) y no faltan quienes deriven el nombre de la tonada, a partir del cununo por proceso de carruptela idiomática: de la voz cununo, que se derivó el adjetivo "cununado" o "cununao" para darlo a todos los toques y danzas en que el cununo intervenía.

Del adjetivo cununao salió la voz "currulao". Y es sabido que la presencia del mencionado tambor es requisito obligado en la ejecución del currulao y de sus derivados y variedades; más aún: lo más regular es la presencia de dos cununos (macho y hembra) en la interpretación del currulao. Puede afirmarse que la base ritmica de este aire le dan fundamentalmente los dos cununos; a ellos se asocia la cambora o bombo, el redoblante y los guasás como elementos de percusión y para la parte melódica debe utilizarse invariablemente la marimba de chonta. La coreografía del currulao ya se ha perdido un poco su violencia primitiva y aparece como una armoniosa danza, original en la planimetría de avances y retrocesos "en corredor", giros elegantes y cruces ágiles de los danzarines, saltos y enfrentamientos en cuadrilla que la hacen inconfundible y de una estereometría muy rica en valores plásticos. Los ademanes esbeltos de hombres y mujeres, la seriedad ritual de los rostros y la gracia de las actitudes ayudadas en el juego de los giros por los pañuelos, le dan una fuerza o vigor muy rotundo, semejante al que se observa en la cumbia.

EL BUNDE O CHIGUAL: Etimológicamente se deriva de la voz "Wunde" que designa una tonada, canto y danza propia de la Sierra Leona, Africa Occidental Inglesa. La forma que allí se halla vigente diferente un poco del canto del Litoral Pacífico que se acerca más al currulao y que conserva el nombre de "Bunde" Solo como forma de canto utilizado en los velorios de niños negros y que tiene carácter de canción túdica. La denominación de Bunde se extiende también al festejo fúnebre y al rito completo que lo informa.

Recordemos que si en la primera acepción del vocablo este significa "Ritual de canto, música y danza que se realiza entre los negros del Litoral Pacífico para celebrar los funerales de niños"; en segunda acepción significa "tumulto de gentes, confusión y mezcla de personas y actividades". El maestro Alberto Castillo, compositor tolimense, escribió una conjugación de ritmos variados (guabina, torbellino, bambuco), y a esta mezcla denominó "bunde tolimense". Tal nombre dió lugar a que muchas gentes pensaran que el Bunde de Castilla era una nueva tonada del Tolima y hasta algún polígrafo escribió que "el bunde debería de ser español puesto que era Castilla".

Más adelante se llego hasta idearse una coreografía, la que como era de esperar, mezclaba los pasos de la guabina, del torbellino y del bambuco. Hoy, pasada una generación, el Bunde Tolimense entra al folklore como; "tradición musical y coreográfica".

Rogelio Velasquez, compositor del folklore negro, nos dice: "muerto el niño, se lava y se viste con su traje más pomposo. Palma y Corona, regalo de los padrinos, se levantan airosas entre encajes y flores de heliotropo, rosas blancas, claveles y mano de león. A Falta de estos adornos, aparecen los gallardetes de papel plateado, lazos de variados matices. De la Palma cuelga un adorno largo que servirá a la madrina para salir del purgatorio. Complementa el vestuario la flor del "pico" , símbolo de la inocencia. Con la noticia del "chigualo" llegan los cantores y arrulladores, hombres con espermas, tragos y tabacos. Cenan y comienza el velorio de cantos (romances, arruyos, etc.) cuando se cansan recurren a los juegos. En ellos interviene toda la concurrencia. Se empieza con la "mulata" o "bulaca", el florón o el "carpintero". En estos juegos hay gritos, carreras, saltos, cantos, murmullos aplausos, voces etc".

De nuestros apuntes e informaciones tomamos: El bunde es un rito fúnebre, una forma de "culto a los muertos", en el cual el dolor por la pérdida del ser querido se va transformando en motivo de regocijo, en alegría a causa de la entrada del alma del niño muerto en el reino de los espíritus. El cadáver del niño se coloca en una caja o en un guando o barbacoas suspendido en alto entre dos mástiles que son accionados por medio de una cuerda con el fin de que al impulsar el guando se mesan este en los aires simulando un vuelo como en un culumpio o bamba; este vuelo simboliza la transformación del niño en ángel y su entrada a la eternidad que la imaginación popular coloca detrás de las nubes, por oposición a la tierra. Las libaciones constantes, los cantos melancólicos que acompañan la celebración, las danzas que animan el ambiente, acaban de transformar el duelo en un regocijo saturado de embriaguez.

Resulta, en síntesis, una celebración pagana, o mejor dicho profana. En la casa del muerto se reunen las gentes del lugar al llamado del "canto" o de la "bonga" o del denominado "llamador" que en forma intermitente resuena convocando amigos y deudos. Todos los visitantes traen comestibles, bebidas, tabacos, velas, etc, y entre ellas llegan las "lloranderas pagadas y alguna bruja o hechicera popular", quien provista de un tizón humeante y de una escoba, barre e inciensa la casa con café quemado. Ataviado el cadáver del niño y colocado el guando o caja sobre una mesa o bien colgado en el columpio, la gente en marcha procesional y ritmo lento que conjuga tres pasos adelante o dos atrás, se acompaña con el canto típico llamado "chigualo". La procesión termina en danza libre y en comida que generalmente consiste en sancocho preparado con los ingredientes llevados por los convidados. Otras veces la bruja reza la oración de la "mata de sábila" y hace ademanes de espantar a los espíritus malignos que infestan el lugar y que son los responsables de la muerte del niño.

LA MARIMBA:
Es un instrumento muy difícil de clasificar sin duda por cuanto asocia una parte de percusión (tablillas golpeadas) con otra de vibración del aire (resonancia dentro de los tubos). Así podría ser idiófono de percusión tal vez con más propiedad o bien aerófono de percusión, menos preferible. La ejecución de la marimba se hace siempre por dos personas, habitualmente hombres, una de ellos acciona sobre las ocho tablillas más largas llamadas "bordones", los que dan los sonidos graves de acompañamiento ritmico; el otro acciona sobre las 16 tablillas más cortas llamadas "tiples", las que dan los sonidos altos para llevar la melodia. Los ejecutantes "nordoneros" y "tripero" están enfrentados casi siempre con relación a los lados largos de la marimba. La marimba como base de la orquesta típica del Litoral del Pacífico se acompaña del canto en las piezas de canción y del instrumental obligado de: dos cununos, un bombo o tambora. un redoblante, cuatro o cinco guasás. Para el canto, la voz prima es llevada por el "glosador" que a veces es el mismo bordonero y más raramente el tiplero para no hacer contracanto; a los versos del glosador contestan o dialogan a modo de letanía, las "responderas", generalmente mujeres que al mismo tiempo se acompañan de los guasás. Estas cantadoras se distinguen en "solista" que canta los estribillos "bajonera" que armoniza el canto en segunda voz o en efecto vocales de rutina. La Marimba, según la estructura descrita, hoy solo existe en el Litoral Pacífico Colombiano desde el Choco hasta Nariño y en el Ecuatoriano, particularmente en la región de San Lorenzo (provincia de Esmeraldas). La Marimba tiene cierta semejanza con el balafón, el gamelán y las marimbas metálicas de orquesta.

Cuenta Guillermo Abadía Morales, director del Centro de Estudios Folkloricos de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional, "que en la población de Palenque hubo muchos tocadores de instrumentos pero todos han muerto ya; y que en esa región hubo cinco tocadores de "arco musical", y que en esa región recibe el nombre impropio de "marimba", cuya denominación se aplicaba en el Litoral Atlántico, como nombre genérico a los instrumentos melódicos no aerófonos. Y que este nombre de marimba también se da a un instrumento formado por lenguetas metálicas alineadas sobre un puente y caja de resonancia de madera, posiblemente descendiente de la "mira" o "censa" africana. Y en conclusíón termina afirmando que la verdadera marimba, es un gran xilófono del Litoral Pacífico.

FESTIVAL DEL CURRULAO

baile 1MÚSICA Y POESIA: Los costeños son alegres por antonomasia y su alegría se traduce en sus cantos y poesías peculiar, manifestándose con aquel saber que le dá el alma popular siendo uno de los factores más poderosos para conocer la idiosincracía de sus habitantes. El negro traído del Africa a nuestro Litoral quedó aislado del resto del país, pero observé su espíritu africano. Al negro le fascina cantar y rimar. El velorio a los santos, en los bailes y en los matrimonios es imprescindible el canto y la música, sin ello no hay fiesta y las horas se hacen enfadosas y las conversaciones desapacibles.

Qué significa aquella voz que repercute sonora con melodioso acento la inmensa soledad del bosque?.

- Es la mujer de color que canta en sus labores diarias.

- Y aquellos ecos apagados que llegan hasta las casas ribereñas en medio del silencio de la noche?. Son las canciones que en las barcas modulan, al compás de los remos y canaletes los bogas que transitan por los ríos.

El mar lleva a grandes distancias las barcas de los pescadores, mientras que en los campos y lugares se recitan décimas como semitonadas; sus estrofas tienen algo de selvático, de original, algo que llega al alma, porque salen de los corazones como brotan de los bosques las florecillas.

Los alabaos son danzas negras de inspiración religiosa. El Currulao se interpreta con tambor, bombo, cununo, marimba. Como fondo musical, es la expresión del sentimiento negro y de la melancolía y euforia del antiguo esclavo africano.

Para tener un concepto acertado del Festival del Currulao en Tumaco, nada más acertado que recurrir a lo que nos dá a conocer Oscar Mora y Juan Carlos Moyano:

"Africa fue violada":.. de los millones de seres desgajados del Africa, algunos fueron traídos a la Costa Pacífica para la explotación de las minas.

"El proceso de aculturación impuestos por los amos les hizo olvidar sus creencias, sus ritos, su lengua y hasta sus dioses milenarios. Este proceso se acentúa más cuando los negros, cansados de la barbarie de sus amos, se lanzaron río abajo asentandose en pequeños caseríos y concentrándose en playas donde la naturaleza era más prodiga".

"La selva tropical les brindó los elementos para elaborar sus instrumentos primigenios que le permitieron expresar lo único que los amos no pudieron afrancar, ni el penoso y largo recorrido del cimarronaje olvidar porque siempre lo llevaron en la sangre: La miúsica, demonios y sus dioses milenarios".

Baile 2Pronto aparecieron las danzas donde fueron plasmadas sus nuevas vivencias, sus dificultades frente al medio, sus penas sus alegrías y el sexo; todas ellas cargadas de una sensualidad desbordante, con una coreografía rica y nueva conjugadas en el BAMBUCO, como base de replica de nuestro diario vivir. Por esta razón, conscientes que estas manifestaciones son importantes para la identidad de una etnia que se extiende a lo largo y ancho del Litoral Pacífico Colombo-Ecuatoriano, una noche impostergable el bailarín y coreógrafo Julio César Montaño Montenegro, supo que no podía dormir tranquilo hasta que realizara un sueño que lo había perseguido durante los últimos años. Abandonó la hamaca de un salto y salio corriendo por las calles de Tumaco hasta la casa de su amigo musico Isaac Castro, que en ese momento luchaba con los fantasmas sofocantes del insomnio, mientras, arrancaba a la marimba una melodia en clave de luna. Amanecieron conversando del poder ancestral que sacude las entrañas de la memoria y de los signos inmortales de una raza poderosamente rítmica, de las leyendas de los ancianos sabios y, sobre todo, conversaron del currulao y sus resonancias dancísticas y musicales en la vida de la gente negra que habita una prolongada franja de la Costa Pacífica. Así, entre concurrencias y reflexiones, fueron por encima de la depredación cultural y de los olvidos esenciales. Calcularon cifras, precisaron detalles, trazaron un plan y chocaron las palmas de las manos como sólo lo saben hacer los bomberos y comuneros más cuajaos".

UNA REFLEXION

"Indudablemente nuestra bella Costa Pacífica no ha sido mirada en el lugar que se merece pero sin temor a equivocarme, el pretérito es una fuerza que no podemos rechazar, disminuir o entregar al empadronamiento del olvido". "Estamos en una época rodeada de espirales científicos, acosados por teorías genéticas y revolucionarias, acribillados por doctrinas que negando todo lo que dejamos a nuestra espalda tratar de identificar un futuro sin base en el pasado y sin nexos con las generaciones que residieron". "Pero en perfecta armonía con arquitectura humana hay que tener en cuenta los ciclos fundamentales que rigen y regulan la existencia: Pretérito, presente y futuro; desconocer uno de ellos es romper la lógica sucesión en los extractos generacionales, es su primer eslabon en la carrera de recuerdos y esperanzas que mantienen latentes la inquietud de la vida, borra faces del corazón que están matemáticamente sincronizadas a la gloria de la patria y a la existencia del hombre-JULlO CESAR MONTAÑO MONTENEGRO. Creador del Festival del Currulao".


Bibliografía: CONOZCA A TUMACO
Autor: Telmo Leusson Florez
Páginas: 73...76 / 82...84